Brasil atraviesa una importante etapa de transición en su historia, ya que el nuevo gobierno de extrema derecha brasileño acaba de tomar el poder en enero de 2019 y uno de sus objetivos es canalizar los ingresos del petróleo y el gas para una nueva inversión multimillonaria en defensa. Principalmente se ha hablado en un programa de corbetas y submarinos por el cual varias empresas extranjeras se han volcado a mirar esta gran oportunidad de negocio y una de ellas es el grupo naval francés que considera a Brasil como el centro de su negocio regional en submarinos.
Esta política no es nueva ya que ha estado dirigiendo el 2 por ciento de las regalías de la perforación al ejército, pero los gobiernos anteriores nunca la aplicaron completamente y aparentemente este nuevo gobierno tiene la intención de ejecutarla al 100 por ciento.
Se especula que el nuevo gobierno brasileño comandado por Jair Bolsonaro continuará implementando esta política y comenzará con el programa Tamandaré que consiste en cuatro barcos y un paquete de mantenimiento inicial de ocho años. Las tareas de estas embarcaciones consisten en cuidar las aguas ricas en recursos naturales de su costa y lo que el presidente saliente o ex presidente Michael Temer dijo que no hay necesidad de sentir amenaza o perturbación por esta construcción, ya que el propósito es sólo proteger toda la costa brasileña y mantener la soberanía y la riqueza marina.
Los proveedores europeos ya están compitiendo para asegurar este gran proyecto, algunos de ellos son Naval Group y ThyssenKrupp Marine Systems de Alemania, Damen de Holanda y Fincantieri de Italia. Estos proveedores no sólo tienen la mirada puesta en Brasil, ya que ya tienen como objetivo Polonia, donde se propone desarrollar un centro submarino para ejércitos regionales de manera similar.
Actualmente en Brasil está en producción un nuevo barco llamado Riachuelo, que representa el 80 por ciento de su fabricación.
Se pretende que a mediados de 2020 el gobierno brasileño construya lo que algunos llaman "la última ambición", que consiste en un programa de submarinos de propulsión nuclear, donde también se dice que el diseño del primer submarino ya está en marcha.
Como ya se especuló, el nuevo gobierno brasileño pretende priorizar la seguridad de su territorio, algo que para algunas empresas ya ha sido visto como una ventaja para su mercado y donde Brasil es absolutamente crítico entre los actores europeos presentes para participar.
Escrito por César Garcia
César García es Ingeniero de Automatización y Control y Experto en Gestión de la Cadena de Suministro.